El Islam surgió con el profeta Mahoma en el siglo VII d. C. La predicación de Mahoma no fue bien acogida en La Meca y en el año 622 él y sus seguidores tuvieron que huir a Medina. Esta huída o égira constituye el año cero del calendario musulmán. Antes de morir en 632, Mahoma pudo volver y conquistar La Meca, entonces también expresó su deseo de llevar el Islam a los pueblos del norte.
Después de la muerte del profeta, el Islam se transformó de una pequeña comunidad religiosa en un poderoso imperio político. Durante esa época, del siglo VII a medidados del siglo VIII, el Islam fue gobernado por una sucesión de califas o "sucesores" de Mahoma. Las tropas musulmanas, con el Corán y la espada, no tardaron en conquistar extensos territorios de las grandes potencias. Inicialmente, la religión impulsó la expansión de los musulmanes, pero también contribuyó a esta expansión la pobreza de Arabia, asolada por la sequía y con una carencia casi absoluta de recursos. Esta escasez había provocado que generaciones de árabes emigraran al norte, adentrándose en la zona fértil de Palestina por el norte de Siria, y hacia el sudeste, pasando por los valles de Éufrates y el Tigris hasta llegar al golfo Pérsico.
Seis años después de la muerte del profeta, en el año 638, las tropas del califa Omar derrrotaron a los bizantinos en el río Yarmuk, en la actual Siria, y los musulmanes se convirtieron en los nuevos gobernantes de Palestina.
domingo, 27 de enero de 2008
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