domingo, 17 de febrero de 2008

La conquista musulmana y los pueblos invasores:


Los árabes musulmanes, alentados por la idea de la "guerra santa", iniciaron en el siglo VII una fulgurante expansión por el Oriente Medio y el norte de África, llegando hasta las costas del océano Atlántico. Aprovechando la crisis interna del reino visigodo, envuelto en una de sus constantes luchas internas por el poder monárquico, tropas musulmanas, compuestas por árabes y beréberes, cruzaron el estrecho de Gibraltar en el año 711 iniciando la conquista de la península ibérica.Dirigidos por el beréber Tariq, lugarteniente del gobernador del Norte de África, Musa ibn Nusayr los musulmanes derrotaron en la batalla de Guadalete (711) al último rey visigodo, Rodrigo, que perdió la vida en el combate. Animados por aquel éxito, los invasores decidieron proseguir el avance por las tierras hispanas, primero en dirección a Toledo, posteriormente hacia Zaragoza. En apenas tres años, los musulmanes lograron conquistar la mayor parte de las tierras hispánicas sin encontrar apenas resistencia. Solo las regiones montañosas de las zonas cantábrica y pirenaica escaparon a su control. Junto a los árabes, que ocupaban los puestos dirigentes, grupo bereberes del norte de África engrosaron las filas de los invasores musulmanes.
Los árabes tenían fuertes estructuras tribales (qaysíes, kalbíes) que mantuvieron largo tiempo fuertes enemistades que pronto se manifestaron al repartirse las tierras ocupadas.
A todos estos problemas entre los árabes, hay que añadir los provocados por los beréberes islamizados del norte de África, reacios a someterse a un autoridad central. Resultado de todo ello fue un oscuro período de luchas y enfrentamientos entre los distintos clanes árabes, y entre árabes y beréberes, que durará toda la primera mitad del siglo VIII.Diversos magnates nobiliarios visigodos decidieron pactar con los invasores, como fue el caso de
Teodomiro, en la región murciana. Las escasas fuentes disponibles nos hacen pensar que la conquista se realizó principalmente mediante capitulaciones y rendiciones acordadas entre los señores godos y los conquistadores musulmanes. La violencia fue más la excepción que la regla. Esto nos explica la rapidez de la conquista.

lunes, 11 de febrero de 2008

REINOS DE TAIFAS:

El territorio califal se dividió entre los llamados
Reinos de Taifas, territorios independientes de tamaños muy variables. La debilidad de estos reinos taifas trajo un cambio en el poder en la Península.

El territorio califal se dividió entre los llamados
Reinos de Taifas, territorios independientes de tamaños muy variables. La debilidad de estos reinos taifas trajo un cambio en el poder en la Península.

Estos reinos, algunos minúsculos, se establecieron alrededor de las ciudades importantes de al-Ándalus. En algún momento llegaron a ser 26. Los reyes de Taifas se pasaban el tiempo peleando y conspirando entre ellos, situación que facilitó la Reconquista de la Península, por parte de los reinos cristianos del Norte.



EMIRATO DEPENDIENTE DE CÓRDOBA:

El imperio árabe estaba dirigido por el Califa, que era al mismo tiempo su jefe religioso y político. Los territorios conquistados por los árabes pasaban a ser gobernados por un Emir, que era un gobernador nombrado por el califa.

Córdoba se convirtió en la capital de al-Ándalus, que a su vez era una provincia dependiente del califa omeya de Damasco.

EMIRATO INDEPENDIENTE DE CÓRDOBA:

Cuando último califa omeya de Damasco murió asesinado por los abbasíes se dio un cambio en la dinastía que gobierna en Damasco. La nueva dinastía abbasí ordenó el asesinato de todos los omeyas que se encontraban en el imperio.

Abd-al-Rahman logró escapar y llegar a al-Ándalus, para convertirse en su nuevo emir, que con el nombre de Abd-al-Rahman I inició un nuevo periodo en la historia musulmana en la Península Ibérica.

Abd-al-Rahman logró traer la paz entre los distintos grupos musulmanes. Con él empezó el emirato independiente, que iría del año 756 al 929.